martes, 30 de diciembre de 2008

¿ CON UN POCO DE AMOR ?




Una estimada amiga Trujilana me dijo hace poco, que no había tenido un segundo hijo por que no se había vuelto a enamorar, ¡Caray!, si pues, los hijos son y deberían ser fruto del amor ¿no?; bueno, a veces no es asi. Les cuento.
Maroline (pronunciar con acento gringo, asi casi casi como la mamá de los Ingalls), asi se llamaba, allá a finales del 2002 debe ser; la conocía de vista por que trabajabamos en el mismo edificio, el Jefe de mi Area se apareció con ella una mañana en mi oficina, preguntó por el Jefe de Oficina y como no llegaba, me la encargó "Aqui la señorita Maroline viene a colaborar con nosotros, dígale cuál es el trabajo y cuando llegue el Jefe de Oficina lo pones al tanto". Le di la bienvenida, la interrogué sobre sus conocimientos, especialización y conversamos sobre el horario, el movimiento laboral y el trabajo en sí.


No me cayó muy bien esa primera charla, la noté desganada, fría, agarraba las cosas con las puntas de los dedos y casi se muere cuando se enteró quien era el Jefe de Oficina, "pero ¿ese señor ya no se había ido de aqui?" me preguntó bastante sorprendida, "entre hoy y mañana se va" le dije, se agarró la frente y tuvo que barajarla por que justo entró el susodicho, la vió con sorpresa y la saludó por su nombre, ingresó a su Despacho y me llamó, ¿qué novedades? - dijo -, Jefe, la señorita aqui presente se incorpora a nuestra oficina y la estoy poniéndo al día con la chamba, "bien, bueno, yo ya me voy, asi que la dejo en tus manos compadre"; minutos después cuando Maroline salió, el Jefe me llamó y me dijo "negro, te jodistes con esa loca ah, si no la conoces ahora vas a ver, especialmente a la hora de comer", no le tomé mucha importancia al comentario, sabía que el Jefe era "rabo verde" y a lo mejor en alguna oportunidad tuvo algún intento fallido con la chica y por ahi podía venir su animadversión, pese a que esta chica no era una "Miss Perú"; era delgada, muy blanca, blanquísima, de mediana estatura y con una expresión de compungimiento permanente. Un par de dias despues el Jefe se fué a trabajar al otro lado de la ciudad y llegó uno nuevo muy jocoso e igual de "picarón" que el anterior, yo estaba conforme con el nuevo por que mis horarios no debían cambiar ya que tenía que trabajar en otro lugar despues de las 2 pm, no hubo problema en ese sentido y me puse a instruir a Maroline en su nueva función.

"Negro" y "Maroline" se volvieron los nombres más mentados en esa oficina a la hora de trabajar; el nuevo tio no se hacía problemas con ambos, mientras cumplieramos con la documentación y siempre hubiera uno aunque sea, no pasaba nada. Un día coincidí con Maroline (pronunciar con acento gringo) en el comedor a la hora del almuerzo, nos dieron arroz con pollo, yo ya iba por la mitad del plato mientras ella le daba vuelta y vuelta al suyo buscando una posición inexistente, para luego quejarse con una voz lastimera y lánguida "ayyyy.... por qué me han dado una presa taaann graaannnde", se paró y fué a cambiar su plato, regresó y repitió la operación diciéndo "ayyyy.... por qué me han dado una presa taaann chiiiiica", aguanté la risa y me despedí por que me ganaba la hora para ir a la otra chamba. Los fechas siguientes en que me encontraba con ella en el almuerzo fueron similares, "ayyyy.... este arroz está fríiiiiiio", "ayyyy .... este arroz está muy calieeeenteee", "ayyyy.... esta sopa tiene puuuura verdura", "ayyyy... no me gustan las menestras", "ayyyy... a esta chicha le falta azúuuucar"; yo me vacilaba con sus comantarios, por que no demoraba más de diez minutos en comer y salir para la calle, pero los compañeros que se quedaban con ella, luego me comentaban algo alterados lo incómodo que había sido compartir la mesa con Maroline. Lo mismo pasaba con la puerta y la ventana de la oficina, permanentemente las cerraba haciendo ademanes de frío excesivo, se quejaba de lo aburrida que era la tarde (ella trabajaba un día de 8 am. a 8 pm.y al otro no) y tenía esa mala leche de nunca encontrar rápido las cosas, se demoraba mucho buscando archivos y se quejaba del desorden inexistente, para finalmente molesta pedir por favor que yo lo busque. Esos pequeños tips de mi compañera me comenzaron a irritar, no aportaba mucho a mi trabajo y los compañeros del otro turno me dejaban notitas sobre los baches en los avances; yo hacía comentarios suaves sobre el trabajo de Maroline al Jefe actual y este minimizaba el problema argumentando que "la tía es media depresiva"; es ahi que recordé al jefe anterior y sus comentarios, por lo que presaguié un mal final entre ella y yo laboralemente hablando.



Sucedió por aquel entonces que llegó a mi escritorio una PC PIII ¡con parlantes!, para esos tiempos en mi chamba lo máximo, es asi que pude llevar mis CDs y VCDs para cargar la PC, mi trabajo se hizo más entretenido al ritmo del "Buenavista Social Club", "Los Van Van", Silvio Rodriguez, Pablo Milanés y POLO MONTAÑEZ; este último causó una inesperada "buena leche" en Maroline (pronunciar con acento gringo); para mi fue una sorpresa agradable que ella comenzara a tararear las canciones y preguntar por el cantante y titulos de las canciones, comenzó a trabajar con más animo y diligencia, hasta el nuevo Jefe golpeaba con el lapicero el vidrio de su escritorio al ritmo de Polito; las quejas de Maroline fueron reemplazadas por cuestionamientos jocosos a las letras de las canciones ".... por que yo en el amor soy un idiota..." "... si se enamora de mí, ella, si se enamora..." "... y cuando me salga mal, qué le digo a mi señora ....", " ....rio manzanares déjame pasar, que mi novia linda me mandó a buscar....", "..... Por el brillo de sus ojos a travez de su mirada se le nota la necesidad de un beso ....", etc. y todo mejoró en aquel lugar.


Pasados unos meses fui convocado (manu militari) para hacer un Curso en documentación institucional y actualización de normas de tránsito, ocho sábados de 8 a 2 pm, por lo que a fin de salir airoso del mismo, pedí a Maroline que me apoyara con los papeles por la tarde ya que debía estudiar y no me alcanzaba el tiempo, cosa que ella de muy buen ánimo aceptó, por mi parte cada vez que me preguntaba por el desayuno o el almuerzo yo le decía ¡vamos! y comíamos juntos hablando sobre los trabajos que habían pendientes o en curso, ya ni me percataba de su quejidos por la comida "ayyyyy ... que esto, ayyyyy ... que lo otro", no me afectaba en nada lo que dijera, pero a los demás los volvía locos jajajaja. Y bueno, llegó la última semana de mi Curso, exposición y exámen final para el sábado que venía.

El lunes a Maroline no le tocó ir a la oficina, el martes no fue a trabajar, el miércoles no le tocó ir a la oficina y el jueves tampoco llegó, por lo que ya preocupado por el atrazo en los papeles le pregunté a mi Jefe por ella, respondiéndome "tú debes saber pues compadre, qué le has hecho a la mujer que hasta el hospital la has enviado, tiene problemas ginecológicos y tú debes ser el culpable", jajajaja, nos reímos los dos, "nada Jefe, toy correteando otra hembrita, pero ¿qué le pasa a Maroline?", "por lo que yo sé, creo que le falta novio"; dejé de preguntar sobre ella y pedí un plazo mayor para evacuar mis trabajos por cuestiones del Curso, hasta que llegó el sábado del exámen final.


De 8 a 10 de la mañana hubieron exposiciones de los compañeros, para luego darnos 20 minutos de "descanso" antes de seguir con el segundo grupo donde estaba yo, a las 10 salí corriendo al baño y a la cafetería, me pedí dos panes, (chorizo y hot dog) más un café cargado; cuando buscaba mesa para sentarme divisé a Maroline rezándole a una infusión, me acerqué y sentandome le dije "Maroline, qué es de tu vida, qué tienes, qué te pasa", ella sobándose los ojos dijo "ayyyy negro, estoy mal, mal, mal; no se que hacer", yo que me moría de hambre y me ganaba la hora, apuraba a la chica con el pedido y le decía para animarla que era una exagerada, ya que yo suponía una infección urinaria (que de eso sé mucho), "pero qué tienes pues mujer, de todo te haces problema", le dije mientras procedía a darle el primer mordisco al pan con chorizo; "me van a sacar el útero" dijo y se quedó en silencio. La verdad amigos es que yo seguí comiendo, (a ver, pongánse a contar o miren sus relojes y dejen pasar entre 10 a 15 segundos, ¿ya?, ok; bueno, ese es el tiempo que demoré en procesar la información, cuando dijo lo que me dijo), yo estaba full concentrado en el chorizo y en mi mente cual buscador del "Picassa" vinieron las imagenes del colegio sobre los organos sexuales femeninos (láminas), me topé con los las trompas de falopio, ovarios, vagina y el útero, pero no me cuadraba lo de "sacar el útero"; un escalofrió me invadió de golpe cuando hice la analogía con los organos sexuales masculinos, no me quize ni imaginar como sería "sacarme algo" de "mis partes"; dejé de masticar lentamente mientras miraba el chorizo mutilado dentro de lo que quedaba del pan, tomé un sorbo de café para pasar la comida y ya muy suave pregunté "¿pero estás segura, por qué tendrían que hacer eso?", ella algo abrumada me dijo algo sobre "miomas" o "fibromas" no recuerdo bien, pero que le estaban causando muchos problemas y debían actuar de una vez para evitar más complicaciones, (pucha, me puse peor, por que me imaginé a los fibromas como fideos pequeños, algo gruesos y los comparé con los hot dog que sobresalían del otro pan); yo insistí en el hecho de que a lo mejor podía haber algún tratamiento para que mejore su salud sin llegar a operarse, diciéndome "bueno, tendría que salir embarazada, para que cuando naciera mi hijo, de manera natural expulsaría el problema", "ya pues - le dije algo emocionado - embarázate y ya ta' ", "¿asi, y con quién?" me dijo melancólica, "además justamente el problema que tengo también impide que pueda salir embarazada", pucha que la verdad que ya estaba algo aturdido con la conversación, una palmada en la espalda fue la campana salvadora que me sacó de ahi "están cerrando la puerta de la clase"; yo salí corriendo mientras le decía a Maroline que a las 12 era el siguiente "recreo" y seguríamos hablando.



La exposición que di me hizo olvidar mis fantasías mutiladoras sobre lo conversado y llegadas las 12 corrí nuevamente al baño y al pasar por la cafetería metí la cabeza sin ver a Maroline, cuando fui a mi oficina para hacer unas llamadas, la encontré con la mirada perdida frente a su PC; "Maroline (pronunciar con acento gringo por favor), a ver, a ver. dime, ¿cómo es eso de que con quién te puedes embarazar?, no tienes un novio, enamorado, ex novio, amigo cariñoso, pretendiente, no sé, alguien en quien tú confies y puedas evitar la operación, ¿o a lo mejor no quieres tener hijos?", "no negro, sí quiero tener un hijo, ya tengo casi 40 y quisiera uno, pero no tengo novio pues, qué quieres que haga", quize sugerirle la inseminación artificial pero se estaba poniéndo con peor ánimo y nuevamente me ganaba la hora para el exámen final, por lo que me senté frente a ella, le tomé ambas manos y le dije "mira Maroline, si tuvieras un hijo, tú que esperarías del padre?", "¿yo?, no quiero nada - respondió - solo quiero tener mi hijo y no lo molestaría en nada por el bebe, yo tengo mi trabajo, mi casa y mi madre me apoyaría para cuidarlo"; bueno, lo que pasó luego no lo recuerdo bien, o no lo quiero recordar, pero al parecer, estoy casi convencido que me ofrecí para dicha misión, no se si explícitamente o con alguna metáfora, pero salí para mi exámen con la sensación de haberme ganado el cielo con dicho acto.



El exámen duró cerca de 30 minutos, luego hubo 30 minutos más para evaluar el puntaje y la suma de la exposición y del exámen daba un resultado con el detalle de los primeros puestos del Curso, y jejeje, adivinen quien se ubicó en el 1er Puesto, si señores, luché durante y después de la ceremonia para que en mi Certificado o Diploma figure que yo era el primer puesto y nada, argumentaron que en ese tipo de situaciones no se estilaba ese detalle, pero que podía pedir una constancia de ello para uso institucional; la última hora la dedicamos a premiarnos, felicitarnos, tomarnos fotos, hacer brindis y darle curso al buffet de bocaditos, gaseosas y vinos, para luego fugar en mi carro hacia el norte con los que pudieran entrar a seguir celebrando; decidí aprovechar el viaje y pasar por mi otra chamba para cobrar mi semana y cuando me retiraba con mi sobre, me pasaron la voz de la sucursal que estaba a unos 20 metros. STOP.

Para aquel momento que he narrado, yo salía de mi tumultuosa ruptura con María (ver en este Blog PAPI Q.E.PD.) y de otra relación fallida con "una chica de su casa" que ya les contaré; entonces libre de "compromiso", me había tomado la libertad de "abrirme" a las féminas que de una u otra forma compartían labores conmigo, y de esa "apertura" tuve una inclinación especial por una chica ya madurita (35 años), guapa, elegante, muy trabajadora y de un carisma para la atención al público, que hizo lamentarme no haberla conocido mucho antes, puesto que la compañera estaba casada y tenía una niña de 10 años; en fin asi es el destino. Como decía, con la libertad de no estar relacionado con nadie, pude abiertamente con bastante mesura estar atento a cualquier "acercamiento" femenino, siempre y cuando no me generara compromiso alguno; es asi que durante un par de meses me dediqué entre trabajo y trabajo a firtear con la compañera casada y ella a hacerlo conmigo, bromeando mucho sobre nuestro "futuro romance"; una de las tantas noches que con mi auto le daba un "aventón" a los compañeros del trabajo a parte de la ruta hacia sus casa, mi amiga "la señora" algo melancólica me comentó que hace mucho tiempo se había separado de su esposo por una y mil tropelias del satanás y maltratos físicos; yo por obvias razones me alegré con la noticia, pero por mesura callaba mis anhelos, y es que hay un detalle que no les he dicho, la compañera en mención aparte de las cualidades que he descrito lineas arriba, tenía esteee, uhhmmm, un par ... uhhmmm, esteeee ... de .... esteeee ..... senos ... grandes .... etee .... y redonditos ¿ya?; es que amigos, yo nunca tuve una novia o pareja "teutona" pues, no se si es una maldición o la suerte mía que todas las mujeres que han pasado sentimentalmente por mi vida, no han sido de senos grandes, una incluso era plana, yo tenía más "teteras" que ella, asi que la "compañera señora" que tenía sus blusas que se rebalsaban con esos dos "cocos" (por lo bronceados y no por peludos como dijo mi pata Juancho) me había movido las hormonas además del corazón. NEXT.


Ahora volvamos a donde nos quedamos, la "compañera señora" ese sábado por la tardecita, al ver que salía de la oficina principal y me iba sin decir nada, me hizo llamar, al acercarme a su cubículo me preguntó ¿y tu exámen, que tal?, yo muy serio sin mirarla le dije ¿adivina?, ¡negro, te jalaron!; jajaja, ¡no mujer!, me reí mucho y le conté lo del primer puesto y las fotos y la celebración y no pude contar más por que mientras nos abrazabamos me dio un besote en la boca con tirabuzón incluído, ¡que rico!, para luego parapetarse tras su pupitre y hacerme señas con las manos como que alguien venía; pucha, medio aturdido salí hacia mi carro por que los patas me rompían el claxon y me quedé con ese beso que me duró hasta el lunes. Lo que quedó del día y el domingo entero, intenté un par de veces llamarla a su celular o a su casa, pero no tuve el valor y finalmente decidí esperar verla en el trabajo al empezar la semana y hablar sobre nosotros; yo estaba más feliz que perro con dos colas, era demasiado bello lo que me pasaba para ser verdad, lo diferente a los anteriores casos es que esta mujer no era una "jovencita" y por lo tanto podía llevar con más prudencia y sensatez una nueva relación sentimental o sexual no sé.



El lunes muy temprano llegué a mi chamba principal, me puse mi uniforme e ingresé a la formación en primera fila por ser uno de los más altos, hacia algunos comentarios de la celebración pasada con los compañeros del costado cuando un hincón suave a la altura de la cintura me hizo girar inmediatamente; era Maroline (pronuncienlo como ya saben), les aseguro que no me había acordado pero ni un segundo de mi amiguita desde que entré a mi exámen el fin de semana pasado, solo me quedó saludarla amicalmente, darle un beso en la mejilla y hacerle una seña que luego hablabamos por que ya sonaba el Himno Nacional, no recuerdo si canté las sagradas notas, no recuerdo haber saludado a la bandera, no me acuerdo si giré a la derecha a la izquierda o di media vuelta, lo que si recuerdo es habermela pasado lamentándome haberme ofrecido como "padrillo", estaba en plena lamentación interna cuando escuché ¡rompan filas!, grité muy fuerte ¡Viva el Perú! y salí disparado hacia cualquier lugar, tomé desayuno lo más lejos posible del trabajo y buscaba como hacer para explicarle a Maroline que no quize decir lo que dije, o que no quiero hacer lo que ella cree que iba a hacer; pucha, lo único que me quedó fue ignorar el tema y distanciarme lentamente de ella; caricho, fue muy penoso para mi ver su carita de Maroline hablandome muy atenta, recuperada a como había estado dos dias antes.

Llegada la 1 pm me fui al otro trabajo y me cambió el ánimo al llegar y encontrarme con aquella sonrisa de esa boca morena que me había estrujado los labios y aquellos "cocos" henchidos o hinchados que me daban las "buenas tardes mi negro, como te fué el fin de semana, seguro que te emborrachastes", "si mi amor, me emborraché pero de amor por ti"; lo que sucedió luego no me lo esperaba, ella me llevó a su espacio y me explicó que lo del sábado fue solo un impulso y que no iba a volver a pasar, ¿ya mi negrito? mientras me sobaba las dos manos, casi me da "la garrotera", nunca me habían dado una patada en el poto tan cariñosamente, solo me quedó decirle que asi iba a ser y me puse a realizar mi labor diaria en dicho lugar; los acontecimientos venían tan rápido que pasaba de frío a caliente en un instante conforme me acordaba de una y de la otra situación.



Esa semana fue terrible para mi, al tercer servicio (cinco dias), ya Maroline empezó a caer en la cuenta que yo no pensaba acceder a lo propuesto, asi que su semblante y su actitud hacia mi y hacia todos empezó a cambiar, como contraparte la "compañera señora", se desacía en mimos conmigo para quitarme lo "jetón"; es que me habia hecho ilusiones muy rápido por culpa de aquel besote, y aunque si bien es cierto, en cuestión de mujeres, las piernas son mi punto de fetiche por defecto, aquel deseo o curiosidad de tener sobre, bajo, entre, dentro, o en un "ruso" esos "cocos", me quemaba muy despacio.



Por ratos me sentía como Maroline, ya no quería estar en ninguno de los dos lados, solo la música y mis videos cubanos me sacaban de lo abstraído en que a veces me ponía y encima mi Jefe me llamó la atención por que ya había pasado una semana del fin del Curso y la documentación seguía atrazada; a la semana siguiente durante cuatro dias seguidos procuré avanzar como pude la chamba en la PC y le pedí a Maroline que imprimiera, compaginara y pusiera grapas al trabajo para presentarlos al man, lo que hizo la señorita fue mandarme a la mela literalmente, me recordó que ella no era mi empleada y que yo no tenía por que darmela de "mandoncito", "si quieres tu trabajo hazlo tú mismo"; yo que sabía el motivo de aquella reacción, solo callé y dejé una nota para que mis compañeros de la tarde lo hicieran. Nunca más se pudo recomponer la armonía con Maroline, un par de meses despues se fue a otra oficina, más creo que por que yo andaba insoportable cantando y bailando por todo el edificio, desde que la "compañera señora" semanas atrás me secuestrara en mi auto, reafirmara su separación, me llenara de besos, confesara que queria estar conmigo y empezaramos a hacer el amor dejando un día en mi casa.

Hasta ahi no más les cuento, los detalles de este último episodio para la próxima. Siempre que me acuerdo de lo sucedido con Maroline (no se olviden del acento), me pregunto ¿y si hubiera pasado lo que dije que iba a pasar?, la criatura tendría como seis añitos, pucha, imposible no conocerla, verla o compartir momentos con él o ella ¿no?, eso creo, en fin; espero que ambas les vaya bien solas o acompañadas. ¡Ah! y les adelanto pues que los "coquitos" no eran de verdad, se convirtieron en toffes a la hora de la hora, ¡esos sotenes con pizarra! mira lo que hacen pues.

sábado, 15 de noviembre de 2008

CIERTA HISTORIA DE TERROR






¡Jalohuiiiiiinnnnnnnnnn!, ¡Jalohuiiiiiiinnnnnnnnn!; detesto ese corito de enanos por la calle bien agarrados de las manos jalando a una mami alborotada y llena de bolsas donde chapar caramelos, galletas, en fin, lo que caiga en cuanta tienda o casa les paren bola; mis hijos cuando eran niñitos corrieron igual suerte, su madre y mis cuñadas los llevaban cruzando el puente Angamos en la Via Expresa y tomaban por asalto Miraflores, regresando con su botín a sacarme cachita, mientras yo le daba duro al criollón musical con mi cuñado. Este último 31 de octubre estuve trabajando en la calle y me la pasé toda la tarde y parte de la noche deteniendo vehículos para que esos "locos bajitos" puedan cruzar la calle sin problemas mientras me miraban y estirando la mano me decían ¡Jalohuiiiinnnnnn!; yo de mis adentros con una sonrisa respondía caleta ¡Fuiiira de aqui!. Una tía con su nietos que iba por la calle me dijo muy alegre ¡Feliz Jalohuiiinnnnn!, ¿Juatttt?, ¿Felíz qué?, ¿existe un Felíz Jalohuiiinnnn?; no jodan pe.


Dice el internet sobre el Halloween : En realidad la celebración llamada Halloween es el día más satánico en el calendario pagano. Ningún cristiano debe participar en la celebración de las actividades llevadas a cabo ese día. En mi iglesia se han organizado varias otras celebraciones alternativas, a las que han bautizado "carnaval divino" para los niños. Si no lo hacemos, ¡los niños no entenderán! Al ser tan pequeños y llenos de vida, ellos ven que en la escuela todo está siendo organizado para la gran celebración de Halloween, y sin embargo, sus padres (los miembros de la iglesia a donde asisto) no están entusiasmados por lo que ellos ven que será una gran celebración. La realidad es que en nuestra iglesia estamos intentando darle a nuestros niños alguna celebración alternativa para que no tengan la motivación de irse a celebrar una fiesta que en sus entrañas está dedicada a la alabanza de fuerzas malignas.
Durante la celebración de Halloween, los niños se visten de brujas, duendes, fantasmas, pequeños demonios, y adivinos. Todos estos son representantes del reino de las tinieblas. Los juegos jugados durante Halloween promueven miendo en los niños y se basan en casas tenebrosas llenas de telas de araña, sangre, esqueletos, gatos negros, murciélagos, y cuartos oscuros. Pero la celebración no es completada hasta que no aparece la gitana con su bola de cristal para decir la suerte de los participantes.

Bueno, aquella señora y de seguro que la gran mayoría no tiene idea de lo que "celebra", en todo caso al verlo por el lado amable, esperemos que los chicos le pierdan el miedo a lo "desconocido, pagano o diabólico" (si es que se permiten esos tèrminos).


De chibolo la pasaba mal cuando mis viejos se iban fuera de casa en la noche y me quedaba con mi hermano acostado en la cama que se ubicaba en un "altillo" a poca distancia del techo, todos los sonidos del mundo convergían en aquel lugar, nos tapabamos la cara hasta que descubríamos que eran los gatos que hacían su ronda nocturna por la zona con bronca incluída. Cuando nos mudamos al sur de la ciudad, aprendimos a convivir con la oscuridad, no exagero que a oscuras jugabamos trompo, bolitas, lingo, hasta le dabamos a la pelota; el miedo solo se podía plasmar en alejarte de tu zona de amistades y que un choro te de un garrotazo por un sencillo, nada más; sin embargo, cuando a esa edad viajabas a Lambayeque cambiaba la cosa; Chiclayo, Ferreñafe, Pimentel, Sta. Rosa, Pátapo, Tumán y particularmente Chongoyape, encerraba y de seguro que sigue encerrando un halo de misterio lleno de historias de terror, dignas de cualquier "noche de brujas". Amanecer por aquellos lares era una explosión de sensaciones, comer queso, biscochuelos, café pasado, pescado de rio, cerdo, pato, pavo de corral, cuyes; jugar pelota en una cancha bañada en "pajilla" (aquella cáscara dorada que encierra al arroz no procesado), cazar lagartijas, amarrarles una pita en la cola y correr con ellas, intentar subirse a un caballo o burro suelto por la zona, trepar arboles y comer mangos en cualquier estado, bañarse en la acequia, atrapar mariposas y "avioncitos" para guardarlos en un frasco de vidrio, en fin, trepar cerros y lidiar con los zancudos; pero todo lo descrito desaparecía llegada la noche, luego de bañarse venían las reunas de adultos con niños, adultos con adultos o niños con niños, en donde salían a relucir las historias más inverosímiles sobre aparecidos, fantasmas y cuanto difunto conocido hubiera pisado aquellas tierras y buscaba que atormentar a sus habitantes. Ya se imaginarán que a nosotros "Los Limeños" dichos relatos nos dejaban con los ojos y la boca abierta, sin ganas de moverse de la ubicación encontrada, peor aún a la hora de dormir, imposible dejar de pensar en los "duendes" que de seguro aquella noche bailarían en la sala de la casa o al pie de tu cama, buscando un chibolo que llevarse. ¡Carajo, que miedo!; pero a la vez saboreaba aquellas historias y les prestaba mucha atención a los detalles, para que a mi retorno a la Capital, pudiera trasmitir con puntos y comas lo escuchado y vivido.




Yo no creo en fantasmas ni aprecidos ni nada que se le parezca, tengo problemas con las pesadillas, eso sí, al intentar dormir me coloco boca abajo por que siento mucha relajación, y al igual como me pasa con todo lo que me causa placer, me dejo llevar y juaa, me viene los sueños desagradables sobre disparos, peleas, accidentes, tragedias ajenas y propias, pero que al menos puedo detenerlas en el momento que logro ubicar que estoy dentro de una pesadilla (¿cómo?, no me pregunten); el mes pasado desde mi cama veía de madrugada una película sobre un cazador de vampìros llamado Van Helsing o algo asi, en donde salen volando unas vampiras calatas (aunque me han dicho que tiene unas escamas), la dejé a la mitad y me dormí, pero horas más tarde me despertaron esa vampiras desnudistas que me atraparon con unas garras por el pecho y me levantaron de mi cama hacia el techo, pucha que luché espantado por la situación, logré zafarme y al caer pesadamente sobre la cama, desperté muy agitado, carajo, a los tiempos no tenía una tan brava; la película de marras me ha seguido durante todo el mes de Octubre, por donde iba y había cable me tropezaba con ella, por dar la contra me puse a ver otras del mismo género para olvidarla y me dio buenos resultados con "Un hombre lobo en París", me reí mucho y muy buenos sus efectos especiales.




Bueno, seguimos; el 85 trabajaba en el Ministerio del Interior, mi jefe directo era un Sargento arequipeño de aquellos que ya no existen, esos que te enseñan y te castigan si no aprendes, una mañana me llamó muy intrigante a su escritorio, me habló algo desconcertado y me dijo, "Negro, carajo, me ha pasado algo que me tiene atontado; mi hija anoche estaba a eso de la 11.30 hablando por teléfono en la sala de mi casa y se puso a dar de gritos, salimos corriendo con mi mujer y mi hija estaba en shock, dice que vio a su tía pasar de la puerta de la sala hacia los dormitorios, y esa tia es difunta hace años compadre, no sé que pensar, ¿tú que dices?", "no sé jefe, la verdad yo no creo en esas cosas, a lo mejor su hija se ha sugestionado y le habrá parecido", "no negro, tú conoces a mi hija, ella es bien centrada, no es neurótica, ni nada, mi hijita está muy nerviosa", "Pucha jefe, qué le puedo decir, a lo mejor pues es una señal", "sí, yo pensé lo mismo y llamé a mi hijo que está en Alemania, pero nada, todo bien, mi hijo se ha preocupado también y está tomando sus providencias, por siaca". Yo conocía a la familia del Sargento Portugal por que me vendió unos enseres de segunda en su casa en la Urb. Los Precursores frente a Plaza Vea en Surco y su hija trabajaba también en el Ministerio, ella era rubia, delgada, de una apariencia serena y muy femenina, no me pude pronunciar más sobre aquel tema en ese momento, pero un par de horas más tarde sucedió lo inesperado; el Sargento Portugal se apareció frente a mi escritorio muy lentamente, puso ambas manos sobre el tablero, me miró fijamente con sus ojos sarcos y me dijo "¿te acuerdas lo que te conté de mi hija y lo de anoche?, pues, acaba de llamarme mi esposa y dice que esta mañana a fallecido el esposo de esa señora"; ¡a la mela!, se me pararon los pelos y quedé en silencio, el sargento dio media vuelta y se sentó en su escritorio y se puso en "posición vallejiana" y de cuando en cuando volteaba a mirarme y movía la cabeza como diciéndo ¿y ahora qué opinas?, yo solo abría las manos y respondía en silencio "qué puedo decir Jefe, me tiene que pasar para creer".



El 91 y el 93 sufrí pérdidas familiares irreparables, irremplazables e inolvidables, por un corto espacio del 93 me mudé con mi señora e hijos a casa de mis hermanos a fin de estar juntos en aquel trance y luego de una semana fui a mi casa para ver como estaba, eran como las 6 de la tarde, ya empezaba a oscurecer, me puse a recoger algunas cosas que se necesitaba y por mientras puse un cassette de Silvio Rodriguez a volumen moderado, habrían pasado casi 15 minutos y ya preparaba mi salida cuando la música dejó de sonar, ingresé a mi dormitorio y al prender la luz el cassette estaba en movimiento, la luz de encendido de la radiograbadora también pero no se escuchaba nada y ¡plump! sonó un estruendo muy fuerte de la zona trasera de la sala que me hizo saltar hacia el lugar, yo solía colocar en ausencia un tazón metálico sobre la perilla de la puerta que protegía la parte trasera de mi casa, de tal manera que si alguien intentaba forzar el ingreso, esta caía y generaba el estruendo que casi me mata derl susto, es ahi también que al regresar al cuarto la luz que había encendido comenzó a oscilar; no negaré que me entró un escalofrío por las cosas que estaban sucediendo, pero me senté en la cama y mirando al cassete dar vuelta sin que se escuchara nada, me dije en voz baja "si alguien quiere decirme algo, pues aqui estoy, no tengo nada pendiente con nadie asi que aqui estoy", para luego apagar el equipo de sonido, apagar la luz, colocar de nuevo el tazón metálico sobre la perilla e irme por donde vine; cuando pasaba por una panadería a media cuadra de mi casa, vi que la luz del negocio oscilaba, por lo que ingresé y saludé a mi vecina y al preguntarle por la luz me dijo "Ay vecino, toda la semana estamos con este problema de la baja de tensión, mis equipos se malogran y no funcionan como deben ser", recién ahi encontré respuestas a lo que pasaba con el funcionamiento irregular de la radio grabadora, la luz y en fin, lo del tazón pasaba por una cuestión de inercia; todo tuvo una explicación lógica y me fui tranquilo de mi casa.



Pero volvamos a fines del 85 o comienzos del 86, como muchos de ustedes recordarán, aquellas epocas convivíamos ya de manera natural con los apagones, lo raro era que tuvieramos luz un día completo; con un grupos de colegas y compañeros de promoción habiamos acordado encontrarnos en una fiesta por la Av. de La Marina en San Miguel un sábado a eso de las 8 de la noche; mi madre estaba muy disgustada conmigo por aquella salida ya qe eran las 6 pm, no había luz y le preocupaba que fuera tan lejos en esas condiciones, por aquel entonces tenía 20 años, casi un año trabajando y bueno, era imposible quedarme en casa un sábado por la noche, pese al apagón y a la caza de autoridades que hacía Sendero Luminoso por aquella época. Casi como jugando y a medio vestir salí de mi casa antes de las 7 de la noche, llegué a la esquina de mi barrio para ver si alguien más se unía a la aventura tonera, solo encontré a mi pata "Feola" (adivinen el por qué de la chapa), quien luego de saludarme me dijo "oe causa, ahi arriba detrás del árbol, hay una jerma que creo te está buscando jeje, hace rato está ahi), agudicé la vista y efectivamente, pese a que ya estaba casi oscuro, se veía una silueta femenina escondida tras un árbol y bueno, todo "sapazo" fui a ver quién era aquella chica de talla regular, figura agradable, vestía un jean oscuro, una chompa delgada clara con aplicaciones andinas, usaba unos "escarpines" (una prenda de lana que va del tobillo hasta las rodillas por fuera del pantalón), un gorrito de lana medio "aboinado" muy de moda debido a la novela "Carmín", cabello negro hasta los hombros; no lograba ver su rostro por que me miraba de costado y me daba la espalda, le hablaba juguetonamente sobre su presencia en el lugar y casi luego de 15 minutos de jugar con su cabello y su hombros intentando verle la cara de frente, me dio su nombre y a mi insistencia au apellido, dijo que esperaba a su amiga Rocío, toda la información fue sacada por cucharitas; la convencí de irnos a tomar una gaseosa para saber más de ella y caminamos calle abajo. Era blanca, muy blanca en contraste con su cabello, yo que siempre he tenido debilidad por las blanquiñozas, me iba "emocionando" a cada paso que dabamos, y es que la señorita no sabía que yo tenía otros planes para ella.






Yo tenía alquilado un cuarto en un edificio a unas cuadras de la casa de mis padres, donde muy seguido me refugiaba con mi pareja de ocasión para escuchar musica y crear música en posición horizontal, asi que hacia dicho lugar la llevé a la "mudita", en el trayecto me enteré que era Chinchana y que su madre y hermanos vivían allá, pero que tenía familia por mi zona y que buscaba a su amiga que no veía y que bla bla bla, mientras compraba las gaseosas, cigarros, abria la puerta del edificio y la ingresaba al cuarto, iba en aumento la excitación por la compañía que tenía; prendí una vela y la radio a pilas, se escuchaba levemente algunas baladas en ingles, le acariciaba las mejillas, su cabello, le decía lo bonita que era y muy despacio besaba sus labios rojísimos, le contaba sobre mí y mi familia, la puse de pie y muy despacio le metí mis manos por debajo de su chompa, tratando que los besos fueran más apasionados, comenzé a recorrer levemente su cuerpo con ropa y en momentos que luchaba disimuladamente con el botón metálico de su jean, me percaté que la chica estaba llorando en silencio; pucha mare, me detuve inmediatamente y traté de calmarla limpiándole las lágrimas, pero su descontrol iba en aumento, por lo que al decirme ella que quería irse, le dije que sí, "vamonos ya"; ella se abalanzó sobre la puerta y la empezó a arañar como si fuera un perrito, yo un poco sorprendido por aquella reacción, me acerqué y levemente la cogí por los hombros abriédo la puerta, apagué todo y fui tras ella, le sujeté un brazo para que no se tropezara en las escaleras y salimos a la calle.

Todo estaba oscuro, solo los autos que pasaban nos alumbraban para vernos ambos y caminamos de regreso de donde vinimos, yo trataba de disculparme por lo atrevido de mi accionar, pero ella decía que solo quería irse a su casa y que no la acompañara, yo terco la seguía unos pasos detrás y ella se detenía de cuando en cuando para decirme que me vaya; habiendo caminado casi media hora lentamente tras ella, me di cuenta que ya estaba fuera de los límites que yo conocía de mi barrio, pero más era mi necesidad de reconciliarme con la "mudita" y que me diera una segunda oportunidad de verla y portarme como corresponde, asi que seguí tras ella solo con unos metros de distancia; ya en un tramo casi sin salida se detuvo y me acerqué y me dijo muy molesta y suplicante "vete por favor, ya no me sigas", por lo que me quedé parado mientras veía que se perdía en la oscuridad, calculé una distancia como para pasar desapercibido y avancé rápido y me pegué a una pared y me puse de cuclillas al ver que se detuvo, estaba así con la mirada muy afinada a su figura cuando , plap, plap, plap, palp; asi como cuando revienta la canchita, sentí mis sentidos al empezar a encenderse los focos de los postes de luz de aquella calle y de toda la zona, seguido de ¡yeaaaahhhh!, ¡biennnnnn!, ¡bravooooooooo!, y la estampida de chiquillos que salían de sus casas y brummmm, una puerta se abrio tras de mí y caí hacia adentro de espaldas, ¡qué pasa carajo! me gritó un tio asustado con mi irrupción, "nada, nada amigo, disculpe" y salí rápido limpiandome la ropa, corrí hacia donde había estado parada la chica y nada, no la veía, me di la vuelta por las calles continuas y nada, ya no estaba, asi que resignado pero mirando alrededor, empecé la retirada mirando la zona en la que estaba, encontré un par de conocidos en la ruta e intenté preguntar por la chica, pero no encontraba las palabras para describirla pese a saber su nombre y apelido (cosa que hoy no recuerdo).




De vuelta a mi esquina vi algunos patas que ya se sobaban las manos y proponían unas chelas sabatinas, fui a mi casa, me bañé, me cambié y pese a la molestia de mi madre salí muy rápido con dirección a la casa de mi "yunta" "el flaco" para ir a San Miguel al tono; en el trayecto nuevamente se fue la luz, ta' mare y definitivamente con "el flaco" decidimos ya no ir por seguridad y nos tomamos con su tio (también arequipeñazo) media botella de Pomalca, mientras les contaba lo pasado con la chica "mudita". El tio de "el flaco" quien escuchó atentamente mi relato, sentenció "hijo, esa es una muerta", jajaja, me reí sin ganas, ¿ah te ries?, "es que yo no creo en esas cosas maestro"; "mira chibolo, yo conozco varias historias de esas y solo salen vivos los de corazón fuerte como tú, si no ya estuvieras babeando en tu cama"; "el flaco" no sabía si reirse o ponerse serio, me miraba y me preguntaba todo sobre la chica, su pelo, su cara, su palabras, en fin, yo solo podía decir que no podía ser una muerta pues "si le he agarrado el poto varias veces"; finalmente ya medio movido, siendo hora avanzada y la luz sin volver, me regresé a mi barrio; en el trayecto del taxi iba pensando en todo lo que había pasado buscando algún dato suelto que me permitiera ir a buscarla en algún lugar de la zona, pero nada, nada me aclaraba sobre el punto, me junté en la esquina con Feola quien quería detalles sobre "el levante", "yo te vi que te fuistes con la chica para abajo, habla pe", lo evité y a otro con más confianza le conté todo, quien no me dejó terminar y se levantó de la vereda en q estabamos sentados y me dijo "te cagastes, una muerta huevón, te jodistes, jajaja, que feo loco"; yo riéndome repetí "yo no creo en esas cosas gil, muertitas a mi, que venga de nuevo y la chifo de verdad"; ligeramente la noticia corrió entre los presentes, algunos lo tomaron en serio pero la mayoría pensaba que era un invento mío; ya casi de medianoche, hablando con los patas de otras cosas con su respectivo brindis, me vino a la mente una parte del diálogo con la chica "estoy esperando a mi amiga Rocío", me puse a pensar quien de nombre Rocío vivía en la zona y nada, no daba, un par de noches después repasaba mentalmente casa por casa y nombraba a la féminas, fulana, mengana, sutana, perengana, Chio, su hermana, su prima tal ......., ¡Epa!, ¿Chio?, a las Rocíos les dicen ¡Chio!, me fui al toque a casa de mi pata cuya hermana era Chio y cuando me atendió algo intrigada por que eramos conocidos pero sin tema en común de charla, le dije "este, Chio, hola, dime, este, ¿tú conoces a una chica de nombre fulana de tal?, "¿Fulana de tal, tas seguro - me dijo sorprendida - a lo mejor era sutana de tal, su hermana, por qué?", yo tratando de mostrarme coloquial "este, es que me la encontré aqui al frente como a las 7 de la noche el sábado y me dijo estoy esperando a mi amiga Rocío", Chío se llevó una mano a la boca y me dijo susurrante "tas loco, esa chica ha estudiado comigo, pero hace tres años que ha muerto".



Como comprenderan, Chio se metió a su casa entre asustada y confundida, yo creo que dije algo como que seguro me había equivocado con la hermana, me di media vuelta y derechito a mi cama; los días siguientes todo me parecía un mal sueño, caminé por donde estuve la noche en mención y ya no quize ir donde Chio, pero dos semanas después me cruce con ella y conversamos sobre el tema sin poder explicarnos como podía haber pasado algo asi; ella me dijo que solo estudió como tres meses con "la mudita" por que no era de por aqui y que había salido embarazada y se había ido, para luego recibir información en el colegio que había fallecido; no volví a hablar del tema con nadie, siempre he buscado una respuesta lógica a lo ocurrido, tengo dos teorias sobre la verdad, supuse que a lo mejor fue la hermana o que "la mudita" nunca falleció y estaba de paso, me molesté conmigo mismo por lo crudo de mi comportamiento, esa chica podría haber estado sufriendo algún problema médico, sicológico, alguna tara, no sé, por ratos me decía al espejo "ya vez, por carretón", en fin; han pasado cerca de 22 años, sigo sin creer en fantasmas o cosas por el estilo, tengo más miedo a los vivos que a los que se fueron; en estos tiempos de "peperas", VIH, asesinos y asesinas por 20 soles, ni hablar, ni de vainas irse de faldas con desconocidas. La otra noche cenaba con unos compañeros por el mercado de Surquillo, frente a mi mesa se sentó la tía del ¡Feliz Jalohuiiinnnnnn!, pero viéndome muy serio solo me dijo "provecho". (Si supiera).

domingo, 31 de agosto de 2008

"PAPI" : Q.E.P.D.




Allá creo que a mediados del 2001 o 2002, dos compañeras de trabajo con 20 años de edad promedio y cerca de seis meses en la labor, llegaron a mis manos a mérito de una investigación que efectuaba por una pequeña falta administrativa cometida, de la cual resultaron sancionadas levemente, acercándose individualmente a conocer el Dictamen; entre otras efectué recomendaciones para evitar futuras faltas y de pasada "sacarme el clavo" ante una curiosidad que me tenía sobre un "dato" recibido como parte de lo que había investigado; una de las chicas era de baja estatura, trigueña, ligeramente voluptuosa (como buena chiclayana) y de coquetería natural a quien le pregunté ya en confianza "dime, tu amiga, és o se hace", la morochita agarrándose uno de sus senos dijo mirando a ambos lados "ay mi técnico, ya me han dicho, que miedo ¿no?, al menos a mí no me ha dicho nada ah"; media hora después ingresaba la otra muchacha; era alta, de cuerpo formado, firme, de caminar erguido, con pequeñísimos rezagos de un acné, algo parca y desconfiada para hablar, a quien los compañeros de la chamba bautizaron como "María José" (yo para efectos de esta historia solo la llamaré "María"); como no me dio chance para entrar al tema que yo quería, no le pregunté nada fuera del trámite de ley.



Ya pasadas las semanas, por razones propias de la función, me cruce un par de veces con ellas (cada una en lugares distintos), intercambiando saludos a lo lejos sin prolongar las circunstancias; pero exactamente el 30 de Agosto que se celebra institucionalmente el día de nuestra Patrona Santa Rosita de Lima, a eso del mediodía, al ingresar a una panadería cerca al trabajo, fui interceptado con abrazo incluido por la segunda de las nombradas quien en buzo y con aliento alcohólico me dijo "padrinito, como estás, mira, feliz día, estoy en la comisión del vino y de tanto probar creo que estoy mareada"; algo desconcertado le llamé juguetonamente la atención por el estado en que se encontraba y le sugerí que se fuera a descansar, "ya, sí, ya no quiero que me castigues de nuevo, pero, padrino, ¿te puedo invitar un menú?", insistió tanto y con el fin que también comiera algo para mitigar el trago acepté acompañarla; "señora, cuatro cervezas" dijo alegremente ni bien nos sentamos, yo le advertí que si no se tomaba una sopa antes, no iba a tomar ni una cerveza; luego de comer el menú completo empezamos con el trago y al notarla algo compungida, reprimida, me dio pie a preguntarle cortésmente : "dime, ¿tienes algún problema?, ¿qué es lo que te abruma?", ni bien terminé de preguntarle, sonrió y se llevó las manos a la cara y estalló en un llanto jadeante y silencioso, le entregué cuanta servilleta encontré y la dejé llorar todo lo que quizo, la gente nos miraba de reojo o mejor dicho me miraban de reojo como diciéndome "viejo de mela, qué le haces a la chica".


Finalmente terminó de llorar, se limpió el rostro, se fue al baño y luego de un buen rato regresó mucho más repuesta; se disculpó y me dijo serenamente "¿que te han dicho, ya te enterastes?, le dije que quería escucharlo de su boca, ella intentando no alterarse, sonrió y a medio reír me dijo que estaba enamorada de una amiga que hasta hace poco había trabajado con ella y que pese a ser correspondida, el entorno de ambas les estaban haciendo la vida imposible, particularmente ella era agredida (con actitudes) y que eso la ponía muy tensa y en permanente estado de alerta (a la defensiva); ya habían logrado separarlas del ambiente laboral y ahora el tema se extendía hacia lo familiar, la madre de la otra chica ya la había enfrentado y amenazado con hacerle perder el trabajo si no dejaba de relacionarse con su hija.

Me pareció muy serio lo que me decía puesto que si el tema iba por el lado sentimental-pasional, una depresión severa podía desencadenar en hechos lamentables para ambas chicas (como al igual podría pasaar a cualquier pareja joven heterosexual o no) dependiendo del grado de afectividad que hubieran generado, por lo que me alinie con ella y luego de sugerirle una visita a la sicóloga de la chamba para que le pueda ayudar a visualizar la realidad de lo que siente (cosa que rechazó rotundamente "jajajaja, yo no estoy loca, los locos son los demás que no entienden"), le pedí que me cuente como había empezado este asunto. Si bien es cierto no soy titulado en esa especialidad, sustenté algunas teorías basado en experiencias (de todo tipo) encontradas en el dia dia por casi 20 años de labor, por lo que me permití determinar que entre otras cosas, una primera relación sexual dolorosa y abusiva por parte de su enamorado había generado en algo el rechazo a los varones o al menos su acercamiento al afecto femenino, adicionalmente a los juegos eróticos que sucedieron de manera espontánea con su amiga que finalmente las unió en dicha situación que por incompresión del sistema las estaba trastocando. Ya habiendo pasado la media docena de chelas, decidí poner punto final a la reunión y ofrecerme a llevarla a su casa (puesto que amenazó en algún momento en ir al domicilio de la otra parte a causar problemas a los padres).

Camino hacia el Cono Norte (vivía en Collique) se enteró que yo era recientemente separado, que vivía solo y relativamente cerca de su casa, convenciéndome de ir primero a mi casa a escuchar música y un "parcito más"; advirtiéndole que "todas las chicas que entran a mi casa ya no salen igual ah", generando una risa que no le conocía y creando un ambiente de confianza entre ambos, por lo que como parte del jolgorio de ese momento le dije en doble sentido "si tú quieres yo te hago la terapia ah", para seguir riendo ambos; ya en mi casa mientras conversábamos gritándo por la bulla, con chelas de por medio, se quejó de un dolor agudo a la altura del cuello y espalda, "ah caramba, te doblastes conmigo – le dije - yo soy buenazo para los masajes" y empecé a sobarle con las yemas de los dedos la zona afectada; esta chica terminó de cúbito ventral sobre mi cama con la cabeza, sien, cuello, espalda, antebrazos, zona lumbar, glúteos, piernas, pantorrillas, tobillos y planta de los pies completamente masajeados, quedándose dormida hasta eso de las 11 de la noche, despertándose entre friolenta, alarmada, confundida e inestable (por el masaje y la resaca); yo también había dormido un poco (juro que no la toqué) y luego de una ducha caliente y los halagos por la "sobada", la llevé hasta su casa.



En verdad que a mi me agrado mucho la estancia de ella en mi casa, me sentí acompañado, ocupado, vigilante, tuve otra visión de su persona, no negaré que estuve tentado a efectuar la "terapia" en ese momento, pero no consideré oportuno dirigir la visita por ese carril; si mal no recuerdo, lo narrado ocurrió un fin de semana (viernes o sábado, de tal manera que no volví al trabajo hasta el lunes, donde a través de los canales internos ella se comunicó conmigo, me dijo "padrinito, ya pues, acéptame un menú jajajaja", mi respuesta fue afirmativa al 100% y el menú fue en mi casa con masaje y "terapia" completa incluída, (no pienso dar mayores detalles de la metodología), y asi pasaron las semanas compartiendo los ratos libres. A manera de descargo debo decir que yo tenía poco tiempo de separado, no había tenido mucha cabeza para preocuparme por una alternativa amorosa que no generara dependencia por parte de ambos, asi que estos encuentros de "amigos" me caía muy bien para en parte "mitigar" también mi "pena" por la "soledad" en que ahora estaba.

Bueno, ahora entramos al punto materia de la historia, resulta que en el lapso de estos encuentros "amicales", fui convocado por un amigo empresario a volver a trabajar con él en los rubros que siempre desarrollé (seguridad, tramites, ventas, etc) todo lo que en una empresa se pueda hacer, yo estaba calificado para el puesto, asi que mis horarios también tuvieron que acomodarse a la nueva misión, y es que este amigo a quien conoceremos como "Trukito", era de los tipos que no les gusta llegar a su casa, luego de cerrar la empresa enrumbaba al Billar más cercano con todo el entorno laboral que pudiera y ¡plin! a darle al "taco" hasta que la gente o ya no tuviera plata, o estuviera borracha, o apareciera la mujer de alguno y se lo llevara de la oreja, para él la hora laboral seguía hasta que él la decidiera; antes de eso yo ya tenía establecido de manera interdiaria mis horarios que hacía coincidir con los de "María" de tal manera que ibamos juntos a mi casa y salíamos juntos al trabajo, pero al cambiar mi rutina, le tuve que dar llave de mi house para que pudiera entrar en caso de no coincidir; esta nueva situación mortificó un poco a la niña, quién ahora me cuestionaba que llegara tarde, oliera a licor y peor aún siendo "día de semana", no entendiendo razones laborales para tales "actos", situación que comenzó a erosionar nuestra "amistad".



Resulta pues que un día lunes que debía haber ido a recogerla al trabajo por que salía muy tarde (y por salir con mis hijos el fin de semana no la pude ver), quedé atrapado en el Billar con "Trukito", recibiendo la llamada de "María" entre molesta y decepcionada a eso de las 11 de la noche que me decía que se iba a su casa; yo que ya estaba "borrachito" y botando humo hasta por las orejas de tanto cigarro, le pedí por favor que se viniera para el billar y que de ahí nos íbamos a la casa, asegurándole que estaba con mi "otro Jefe" y que este la quería conocer, "¿asi? – me dijo cachacienta – mira, yo estoy tomando un taxi hasta el Metro de la P. Norte, en 15 minutos estoy ahí, si no veo tu carro me voy a mi casa", caballero, abandoné a "Trukito" y salí a cumplir; ella estaba molesta y como ninguno había cenado, antes de llegar a casa busqué por el barrio qué comer sin mucha suerte, lo único que encontré fue un "aeropuerto" bien despachado que nos lo comimos sentados en la cama con una gaseosa (debo decir que mi casa estaba casi vacía desde la tercera y definitiva separación; cama, tv. vhs, equipo y lo poco que tenía estaba todo dentro de mi cuarto, en el resto de ambientes de la casa casi nada), como seguía algo "jetona" y se acostó hacia la pared, no me quedó otra que comenzar a masajearle los pies en silencio y seguir subiendo y subiendo y subiendo hasta que hicimos ¡click!. STOP.

A ver, retrocedamos un poquito, vean, a fines del 97 estuve en calidad de "refugiado" en casa de mis hermanos (segunda separación), de casualidad un día que iba a ir a la ducha me calzé unos SLAPS (suena mejor que sandalias) de no se quién y al tratar de avanzar hacia el baño me tuve que detener en el acto y tirarme a la cama, debido a que una descarga de electricidad ingresó por mis pies subiendo lentamente por mis piernas; lo que había pasado es que los benditos SLAPS tenían en la parte superior de su base, un centenar de "puntitas romas" (asi era su diseño), de tal manera que la planta de mis pies al hacer presión sobre esos puntitos desencadenaban un cosquilleo electrizante y relajante que si no estabas advertido te asustabas; eso fue lo que me pasó, tons ya con mucho cuidado repetí la maniobra y lentamente avancé con el calzado puesto, gimiendo ¡asumare, asumare, asumare! durante todo el trayecto, para finalmente terminar como la vez que dije cuando hubo la llamada telefónica de "La Nena" (¿se acuerdan?), ya; pucha fue un descubrimiento espectacular, los puntitos esos eran terapéuticos, sentía una irrigación por todo el cuerpo que me hacía sentir muy, pero muy bien. STOP.


Volviendo al ¡click!, a nosotros los varones ayer, hoy y siempre, nos acusan que en estos avatares del amor sólo nos preocupamos por nuestro pellejo, tons conciente que hacia varios dias mi "María" me estaba sacando ventaja y este pechito estaba quedando literalmente "mal parado", me compré mis SLAPS con "puntitas romas", jajajaja, ¡que rico!, las conseguí en BATA a 30 mangos; como por esos años no recuerdo que hubiera SILDENAFILO o CAVERTA, los SLAPS cumplían largamente con la misión y de manera natural, chévere, de tal manera que este pechito con el fin de llevar la fiesta en paz en los dias sucesivos, luego de una breve pausa de charla y caricias y con el barajo del baño, me calzé los SLAPS y me di un par de vueltas por la sala y ¡ayayay!, volví por el segundo ¡click!.

Habrían pasado un par de horas que dormía agotado, cuando un agudo dolor en el pecho me despertó de golpe, intenté respirar profundo y el dolor fue más agudo y ya a la altura del corazón, ¡pucha, ya fui! me dije entrando en pánico, con mucha calma y gran dificultad pude sentarme al filo de la cama mientras trataba de despertar a "María", ella al igual que yo entró en pánico, prendió la luz y yo le señalaba donde estaba mi billetera, mi carnet de identidad y mi tarjeta del hospital, "prende el carro" le dije mientras ella me sobaba el pecho y suplicaba "lucho, lucho, lucho, dios, dios, dios"; nuevamente de rato en rato trataba de respirar profundo y nada, el dolor me incaba por el lado del corazón mientras escuchaba que el carro rugía en el garaje; nuevamente "María" entró al cuarto corriendo media calata y me ayudó a ponerme el pantalón y seguía diciendo "luchito, luchito, luchito, dios, dios, dios"; "puta mare, mis hijos; puta mare, mis hijos carajo" recuerdo haberle dicho casi susurrante; me puso los SLAPS y me ayudó a incorporarme, ¡cochesubaru!, cuando me paré casi me muero ahí mismo con la corriente en los pies; le pedí mis zapatillas y me sacó a la sala para ella correr de nuevo al carro que se había apagado; ya en la sala no sé si por instinto o qué se yo, comenzé a caminar todo cojudo en circulos por el perímetro de la sala, y a la tercera o cuarta vuelta ¡fuaaaaaa!, pude tomar una bocanada de aire que me supo a gloria; "María" regresó y me quizo meter al carro, pero le dije "espera, espera, creo que ya está pasando", ¡no, no, no, no, vamos, vamos, te quieres morir aquí, no no no" me decía jalándome; después de varios minutos respirando normal se me vino "el huayco" y pasó la emergencia.


A la mañana siguiente una doctora muy amiga mía, luego de escucharme atentamente y contando con los dedos me dijo: "¿cerveza?, ¿cigarro?, ¿aeropuerto?, ¿gaseosa helada?, ¿canchis canchis? ¿y dos veces?", ya, ok; comenzó a explicarme renegando algo sobre la mezcla del licor, tabaco, azucares, grasas con verduras y fideos, esfuerzo físico y la generación de gases, etc, no recuerdo bien que más, para decirme finalmente "¡eres una bestia!, ¡salvaje!", mandándome al cardiólogo y a que me purgue.

Yo siempre he sido y seré "tragoncito", "chelero" y " de lo otro", pero luego de esa experiencia evito hacer todo junto, ya dejé el cigarro hace 3 años, me siento bacán, sexo solo lo justo y cumplidor, procuro no comer muy tarde, pero hace algunas noches llegué a casa como a las 11.30 pm con unos antojos de tallarines con carne y tuco, que no aguanté, me los preparé y pa´ dentro en doble ración; ya satisfecho y arrepentido le confesé mi pecado a Naty y al Kike por el Messenger (a Naty le dio hambre y Kike me sugirió "un salto del tigre con patada al foco", "pa' bajarla"), esta última sugerencia por los motivos expuestos fue rechazada cordialmente por el suscrito.


Comprenderán que mis temores por el futuro de mis hijos fue lo primero que me vino en aquel momento de "crisis", viré mi atención un poco más hacia ellos y sus necesidades (todos en edad escolar), eso me llevó a efectuar coordinaciones adicionales con sus madres, lo que definitivamente terminó por corroer y distanciar mi "amistad" con mi "María"; ya casi ni me preocupé por los motivos que habían provocado mi atención hacia ella, puse en segundo plano sus "conflictos" y aún habiéndo unos cuantos eventos posteriores muy entretenidos que contarles a ustedes entre ella y yo, pongo punto final a la historia por que ya me cansé de escribir y me dio hambre también.



RECOMENDACIONES :

Si por alguna razón, algún varón que me lee se propone hacer uso de los SLAPS en la versión descrita, sugiero que lo haga cuando esté acompañado - asumo que por una dama – puesto que en caso de estar "solano" corre el riesgo de sufrir una "regresión adolescente" bravaza; desconozco los efectos que este calzado pueda generar en las damas. (me lo cuentan al privado).



sábado, 26 de julio de 2008

¡MUCHACHOS, ME SAQUÉ LA TINKA!


Ese comercial me vacila, el pata emociona a la gente y luego las hace caer; es que para el común de los mortales (universalmente creo), sacarse la lotería es lo más grande que le podría pasar, ¿no?; imaginénse, por ejemplo, el domingo 8 de junio, un suertudo se llevó 2 millones de nuevos soles, el afortunado compró su boleto el sábado 7 de junio en una farmacia ubicada en el Óvalo Higuereta con las bolillas: 09-28-19-15-31 y 36; con dos millones de soles, al menos yo, me cambio de barrio (pero a La Molina jamás, yo hago bulla con the music y para llegar y salir el tráfico es igual que al de la Av. Zarumilla); estudios sin restricciones para mis chicos y para mi (bacán regresar a la universidad), mando a la mela a las combis y Enatrus, seguro médico, gimnasio, ¡me voy a a Cuba! (y me los llevo amigos), jajaja; en fin etc, etc, etc; pero en el comercial citado, el patita considera haberse "sacado la Tinka", por que le dieron el "sí", luego por que va atener un "bb" y luego por que consiguio "chamba", (ese es el orden creo) hasta que en verdad o mejor dicho se saca la tinka literalmente, sol sobre sol, terminando la historia con la moraleja de rigor.



Si me ajustara al patrón del comercial, en el primer caso me la hubiera sacado media docena de veces (aunque tuve mil problemas para cobrarla), en el segundo caso otra media docena más, y en el último ni hablar, ganador total, oportunidades de trabajo aceptablemente remuneradas es lo más me sobra, asumo que para ustedes amigos lectores tener a la familia con bienestar moral y de salud prima ante lo económico, pero no cae mal pues unos "chibilines". Me atrevería a decir que nunca he comprado, ni pienso comprar "La Tinka, Ganagol, Yala, Ganadiario, Rapitinka", etc., no les tengo fé o mejor dicho no me tengo fé para los juegos de azar; es increíble la cantidad de personas de la "tercera edad" que religiosa o hasta compulsivamente compran estos boletitos, personas que con las justas caminan para llegar al módulo Tinkero y gastan entre 10 y 60 soles en los tickes mencionados; asumo que piensan en sus hijos ¿no?, por que si se lo sacan, a lo mejor de la emoción les pasa algo y ahi quedan, ¡JARDINES DE LA PAZ, ME SAQUÉ LA TINKA".


Ahora les cuento, no hace muchos años le entré a esta vaina de la internet para fines de modernidad, compré mi primera compu y con mi vecino fuimos a medias con la conexión, lo primero que me llamó la atención en la web (aparte de la oferta sexual), es la oferta sentimental, osea buscar pareja, obviamente como estaba solo le entré al asunto, ahi entendí que en la web puedes ser quien tú quieras, te puedes bajar los años, bajar la barriga, arreglarte el cacharro, volverte soltero, viudo, divorciado, en fin, mandé mis datos verídicos en cuanta anotación se podía y solo recibí la respuesta de una tía que al igual que yo dijo tener cinco hijos (yo tenía y tengo cuatro), ¡Ay dios, ampárame!; sin embargo en el chat de Peru.com conocí a una peruana en NY que buscaba información sobre el precio de los pasaportes y pagos en migraciones en Lima, como yo sabía sobre el tema empezamos a cruzar información en privado y más; envié fotos frescas de mi entorno, ella envió unas tres fotos que coincidían con el perfil descrito, limeña de clase media, cerca de la base cuatro, amiga muy cercana a mis labores, trabajadora y exitosa (dentro de lo que un peruano sin chamba puede considerar éxito en USA) e incluso tuve contacto con parte de su familia (Pueblo Libre) para hacer algunos encargos remunerados que alentaba favorablemente a agradecer dicho contacto.



No pasó mucho tiempo para recibir una propuesta directa y formal de esta compatriota para que este moreno viaje a NY, me hospede en su casa y con un chance de 3 meses buscar trabajo y hacerla linda por allá bajo su manto protector, "ya después me pagas" me dijo, asumare, la verdad que soy bien apegado a mi tierra y tengo responsabilidades inmediatas que cumplir con los mios, dos razones muy fuertes para dilatar cualquier respuesta ante la oferta, obviamente los allegados decían que viaje; el hecho es que una mañana muy temprano recibí su llamada comunicándome que había fallecido su padre en NY y que venía al perú para enterrar a su viejito en Chiclayo y que la fuera a recoger al aeropuerto la siguiente madrugada, no fui y se lo dije argumentando motivos laborales, pero en el fondo no me gustó lo impositivo de su pedido, le sugerí que con su familia vea lo de su padre y que al retorno del norte a Lima nos veriamos para conocernos, y asi fue.





"¡PUTA NEGRO, TE SACASTES LA TINKA!", fue el comentario general de los que sabían lo iba a pasar aquella tarde en mi chamba, ¿a qué hora llega la gringa? decía mi jefe entusiasmado; cuando bajaba la escalera a recibirla a la sala de visita, todavía no había decidido donde llevarla a comer algo limeñísimo, me ajustaba la corbata mismo "Jeta Jeta Uribe", miraba mis zapatos negrísimos y brillosos, el Cloret de ley, un puntito de loción y ya, no estaba en la sala de visita, me recibió una amiga de ella y me dijo que estaba en el baño, me senté a conversar con la amiga que me "chequeaba" de reojo y plap, se abrió la puerta del baño y salió ella y me dijo "hola Negrito, que gusto conocerte por fin", igualmente le dije, vestía un traje de pantalón y sacón negro de paño muy elegante, sorprendiéndose por mi altura y abrazándose muy fuerte de "mis rollos", nos sentamos y luego del pésame por lo de su padre, charlamos sobre lo mismo que habíamos chateado.

Bueno, damas que leen este mail, les pido que no vayan a tomar a mal lo que viene a continuación, conciente soy que no estoy (y creo que nunca estuve) en condiciones de exigir mucho a una dama al momento del cortejo pre-amoroso, pero tengo ciertos parámetros; la señorita connacional no había sido muy sincera que digamos, las fotos enviadas no correspondían a tiempos recientes, tan es asi que la persona que dialogaba frente a mi, parecia la madre de la mujer de las fotos, yo entiendo que uno siempre busca los registros que más nos favorecen, pero la señorita había cometido tres excesos, vitales digo yo, puesto que no nos conocíamos, es más pienso que sigo sin conocerla (detalles en otra historia), no había por el lado mío sentimiento amoroso hacia ella, si no curiosidad por conocer a quien ( si lo decidía) me iba a cobijar en una tierra extraña y fría como NY, al menos por el lado de ambos debíamos mostrarnos tal y como somos (como personas y físicamente), para que al menos hubiera una atracción que nos una para emprender cualquier empresa. Ya repuesto de la sorpresa inicial, procedí a lamentarme por no poder haber ido al aeropuerto y peor aún no poder atenderla en ese momento y los dias siguientes, ya que el trabajo y mi hijos no me lo permitían, procediéndo a intercambiar obsequios y desearnos podernos ver pronto antes de su regreso a los "yunaites".

Tuvo que pasar mucho tiempo para que dejaran de vacilarme con lo sucedido, y es que en la segunda visita que me hizo, para finiquitar mi futuro viaje, la encargada del ingreso la hizo pasar a mi piso y los colegas constataron insitu lo que dije; pero me alentaban diciéndome "ya pues compadre, sacrificate un par de añitos y te arrancas, piensa en el billete que te puede habilitar"; na, conmigo el tema sexual no funciona así; la señorita, señora, amiga, etc., me tiene que gustar, agradar como mínimo choche, si no 100% que la misión va condenada al fracaso rotundo y constante. La noche pasada vi en el noticiero a la "foquita Farfán" decir "cómo creen que voy a gastar tanta plata para el bautizo de mi hijo, si contratara al Gran Combo, como dicen, y gasto 50 mil dólares, no como en un mes"; ¿juattttttttt?, asumare, ¿más de 1,600 dolares diarios para el bitute?, ni hablar, Melissa se sacó a la Tinka con el zambo. Upsss. Sorry. Saludos








domingo, 20 de julio de 2008

40 y 20

Conversaba el sábado con una vecina sobre el amor, la atracción, el firteo, las relaciones impropias y cosas sobre el particular, resulta que de casualidad nos enteramos que un compadrito "X" vecino nuestro, tiene un amorío con una chica "Y" mucho menor que él, el problema es q "X" esta casado con "Z"; "Y" lo sabe, pero igual sigue con el tema, ya es asunto de ella y de él, ambos asumirán las consecuencias de sus actos, diferente fuera que ella no lo supiera, no quiero llanto después; bueno, basta de chismes.

Una de las cosas que me propuse no hacer luego de separarme de mi esposa el 2001, fue eso, volverme a casar o al menos volver a formalizar una relaciòn; para el 2004 ya había apagado unos cuantos incendios sobre el particular, "pero la noche es traviesa cuando se teje el azar", una noche de Junio se celebraba el día del Padre con la asistencia de amigos en común, la esposa de un amigo se hizo acompañar de una muchachita de 18 o 19 años que me pondría de cabeza los meses venideros; era una chica linda, muy agradable, proclive al dancing y atenta a mis conversaciones; logramos coincidir en sucesivas reuniones comunes a mis actividades y por fin salir a caminar por la ciudad; el primer problema que tuve era que la amiga que nos presentó se autoasignó la labor de "chaperona", tuvieron que pasar dos fines de semana para "librarme" de la "violinista"; ya en libertad de movimiento y de horarios, le puse mucha atención a la "Nena" (que es como la conociamos en mi entorno), siendo prudente a cuanto lugar ibamos puesto que mis amistades femeninas también lo habían sido de mi ex, evitaba acaramelamientos, engreimientos, en fin cualquier exceso que pueda ser tomado a mal por los presentes; ni que decir de mis "patas" contemporáneos, las palmaditas en el hombro y las sonrisitas cómplices eran el común denominador cada vez que la "Nena" se hacia presente o me acopañaba (no voy a repetir los comentarios subidos de tono que me lanzaban los varones, ni las puyas femeninas sobre el mismo asunto), lo tomé como una reacción lógica por la coyuntura (casi 20 años de diferencia, "cuarenta y veinte, es el amor lo que importa .....").



Las relaciones amorosas ( digo yo) tienen sus etapas o niveles, primero las personas se gustan, luego se enamoran, luego se apasionan y luego no se, se casan, o se ponen en piloto automático o se separan; no podría decir con certeza si nosotros en algún momento nos enamoramos, nos gustabamos era obvio, la pasamos bien juntos, pero cuando me ponía medio sabrosón la "nena" no dejaba que fuera subiendo en tonalidades besuconas, yo me moría por dejarle la boca como sandia y la nena no me dejaba, tampoco quería ir a mi casa, ¡joder!, "pero si yo vivo solo" le decía y ella que no "a lo mejor viene tu esposa o tus hijos y vayamos a tener problemas", no había manera de convencerla que nadie tenía por que ir a mi casa sin permiso, en fin, cada nueva salida era para mi una nueva oportunidad para avanzar a otro nivel de la relación.


Llegaron las Fiestas Patrias de ese año, tenía claro que el 27 y 28 trabajaría duro tons el 29 era para la "Nena", sin embargo no sé en que reglamento, directiva, manual dice que en Fiestas Patrias uno se tiene que comprar ropa; al menos mis hijos asi fueron criados, aunque sea una prenda se tienen que comprar, caballero, quedé que el 29 antes del mediodia comprabamos "algo" por fiestas, quedándome libre la tarde para el love. Ok. Por suerte también me dieron libre el 28, aprovechando en recoger a mi "Nena" llevarla al amorzar (un amigo me obsequió un menú riquísimo en su restaurant turístico jajaja; cevichito y arroz con pato deshuesado; ayayay que rico, todavía me acuerdo) y para no abusar le dije a la niña "las cervezas nos las tomamos fuera"; nos dirigimos a TOTTUS del Mega Plaza (P. Norte), compré varias botellas chicas de cerveza negra, embutidos, queso, galletitas, con la finalidad de que estos productos solo fueran ser consumidos bajo techo (osea en mi casa); caminabamos por los pasadizos del super, en una mano tomaba a la nena y en la otra la canastilla, cuando al doblar un pasadizo ¡CRASH!. me choqué cara a cara, face to face con mi ex y dos de mis hijos, todos nos quedamos mudos (menos la "Nena" que no sabía que pasaba).

Reaccioné cuando vi al menorcito de los chicos que miraba a la "Nena" interrogante y con la boca abierta; "Nena - le dije mirándola - ellos son mis hijos y ella su mami", la nena apretó mi mano y dijo "mucho gusto señora" y estiró la mano, mi "ex" también estiró la mano y respondió el saludo con una media sonrisa "igualmente", la "Nena" se puso en cuclillas y juguetonamente le agarró un cachete al menorcito que seguía con la boca abierta, "¿qué hacen por aqui, no habíamos quedado para mañana 29 comprar la ropa?", pregunté para romper el hielo, "sí, lo que pasa que ellos querían escoger de una vez, no vaya a pasar que mañana te ponen a trabajar y entonces ya sabemos qué queremos y cuánto cuesta", "bueno, entonces nos vemos mañana" dije, poniéndo punto final a la conversación; nos despedimos todos amicalmente, mis hijos me besaron en la mejilla y siguieron su camino, la "Nena" y yo caminamos hacia las cajas, ya para eso el susodicho tenía destrozado tres dedos por la presión que la nenita ejercía sobre mi mano, estaba roja y sudaba ligeramente.



En el estacionamiento cuando subimos a mi auto, la "Nena" se me abalanzó cariñosamente y me dejó la boca como "bolsita de marciano" mientras me decía "ahora sí te creo todo lo que me has dicho, vamos a tu casa" (debo aclarar que durante el almuerzo le había comentado que al día siguiente iba a comprar ropa a mis chicos y que su mami los iba a acompañar); ya en mi casa me confesó que dudaba de mi verdadera situación con mi ex, pero que ya todo estaba claro con lo que había pasado, chévere; le mostré la casa "tu casa cuando gustes" le dije, escuchamos música, bailamos, vimos películas, cocinamos, comimos, obviamente nos secamos las chelas, harto chape, pero STOP, tranquilos muchachos, no no no no, no hubo sexo, na, con calma pe, sereno moreno; yo quería, pero cada vez que tomaba la iniciativa STOP, yo como era y sigo siendo un caballero, respeté la decisión silenciosa y un poco de agua fría también ayudó.

Pasadas las semanas llegó mi cumple, ya se imaginan qué quería yo de regalo, hice lo posible para derivar mi encuentro con ella a mi cama, pero dias antes del evento pasó algo inesperado; la "chaperona" me comentó que la "Nena" tenía problemas en su casa con sus padres y hermanos, debido a que estaba "muy rebelde", por lo que me interrogaba si ya las cosas iban por el lado del concubinato con la niña, "ni hablar - le dije - ni se me había ocurrido", pero parece que a la "Nena" sí; aquel día algo perturbada me djo "ya no aguanto estar en mi casa, no veo las horas de irme, mis hermanos y mis cuñadas me tienen loca"; me puse en plan paternalista y le aconsejé que se calmara y que se quite esas ideas de la cabeza por que uno no debe salir asi de una casa; en verdad que la óptica sobre mi relación con ella cambió desde aquellos hechos; a ver, la cosa era que si le ofrecía mi casa, pues lo lógico era que se quedaba comigo ya como concubina, es decir, "otra ves Andrés", ¿donde quedaba o que venía pregonando años atrás?, ¿estaba lo suficientemente enamorado de ella como para tremenda responsabilidad?, ¿y la diferencia de edades?, ¿la plata de donde para mantener una nueva familia?, la comadre no estudia nada, no le veo intenciones de trabajar, una cosa es salir los fines de semana y otra vivir juntos, ¿ella qué sentirá por mi?, yo la deseo harto pero no creo que la quiera como para "matrominiarme" de nuevo; estas fueron algunas de las interrogantes que me hice algo preocupado, incluso pensé que me estaba condicionando lo de la intimidad a tener que compartir la misma casa; finalmente con el paso de los dias las cosas volvieron a su nivel, volvimos a la rutina semanal, nuevamente los besitos, caricias, comiditas, bailaditas pero "naca la pirinaca" de "checho".

Conversando sobre el tema con mis "íntimos", me aconsejaron "ataca negro, ataca y no arruges con lo de vivir juntos, ahi si que fuistes ah, te adornan cojudo, esa chibola te mata en dos años, tú normal no más dale candela pero no te tiemples ah, yo te digo na má"; decidí hablar con ella sobre el asunto, si ya en una oportunidad hablar con la verdad me salió redondo, ahora debía tener el mismo resultado, asi que propicié al ambiente para la charla; en resumen le dije que yo estaba feliz con ella, le agradecia todo lo bueno que hacia aflorar en mí y que mi sentimiento me pedía más de ella o de nosotros (otro nivel de relación, osea sexo pe), pero que no estaba en condiciones de formalizar nada con nadie, mucho menos vivir juntos, por que tengo muchas responsabilidades y creo que las cosas no funcionarían en ese contexto, etc. etc., fui muy cuidadoso con los terminos que utilizé, no quize ofenderla, simplemente esa era la realidad y bueno; ella agradeció lo delicado de mis palabras, dijo compartir mis sentimientos y también querer escalar niveles conmigo, pero sí le gustaría formalizar los actos; finalmente decidí y ella aceptó dejar de vernos para ordenar nuestras ideas y en todo caso evitar que mañana más tarde uno de los dos o ambos salgamos muy lastimados; "¿te puedo llamar?" me dijo con su carita de niña, "mira, si me llamas, voy a suponer que aceptas mi propuesta, asi que piénsalo bien antes de hacerlo" y se fué como llegó.

Pasaron varios dias, los fines de semana siguientes me dediqué a salir con los amigos que había dejado de lado los meses pasados y todos querían saber qué había pasado y con detalles de las batallas; cuando les dije "quiere matrimonio", ellos dale que "ya pues, de ahi te separas"; na, asi no juega Perú, yo de santo no tenga ni michi, pero darmela de jugador usando los codos tampoco, tampoco. Habían pasado más de quince dias ya, estaba lavando mi ropa, eran como las 5 pm y sonó el celular, por la tonada era de un telefono público, casi no contesto, mis manos estaban mojadas, finalmente respondí "¿aló?", "Hola Negrito, te habla tu "Nena", jijijiji"; pucha amigos, sorry, no quiero ser ofensivo ah, pero si quiero ser gráfico con la escena ya, sorry de nuevo, lo que pasó fue que ni bien escuché su voz, ¡jua!, me vino una súbita erección peneana, pero de campeonato ya; "hola mi "Nena" como estás, dime, te escucho", "Negrito, ¿tú crees que nos podamos ver ahorita?, "claro, dime, a las 7 está bien en el lugar de siempre?, "si, ahi nos vemos, chaucito"; asumare, dejé tirada la ropa, corrí a limpiar el cuarto, cambiar sábanas, una barridita por aqui y por allá, lavar los servicios, limpiar el baño, lavar el carro y de ahi a la ducha, arreglarme el bigote y ¡zas! salir volando a su encuentro; llegué antes de lo pactado, me fumé un par de cigarritos, y llegó la nena más bella que nunca; al verla muy cercar le quize decir, vente pa mi casa, vamos a recoger tus cosas, traete a tu vieja si quieres, ya no me importaba que me hiciera bailar el "bidi bidi bombom" de Selena, ni que al decirme que siempre iba a la UNI a comprar unas separatas y música para su hermano, y al preguntarle "ah, entonces conoces a Silvio Rodriguez" me respondiera muy intrigada "¿Silvio Rodriguez?, ¿en que Facultad está?, ya nada de eso me importaba "...hay locuras que son como brazos de mar, te sorprenden, te arrastran, te pierden y ya..."; el abrazo que nos dimos me pareció eterno y la erección sin dar tregua, me dijo entre tímida y algo misteriosa "quiero conversar contigo sobre algo, pero primero quisiera tomar chocolate por la Av. Salaverry".

Enrumbamos hacia el lugar, demoramos como 45 minutos en encontrar el sitio, ya dentro me asusté por los precios que cobraban, pero todo era nada a lo que yo suponía iba a escuchar; ya ansioso por saber que me quería decir, le volví a preguntar sobre el tema de la convocatoria, animándose al fin y decir lo siguiente "¿me puedes enseñar a manejar?, me repitió dos veces más el pedido por que yo había quedado inmóvil, "¿quieres que te enseñe a manejar?, ya, bacán, este.... ¡mozo, la cuenta!"; esos cuarenta soles dolieron igual que mis ilusiones rotas, enrumbé para su casa, hablé poco en el trayecto, empezó a llover, le dije que la llamaría para ver lo del manejo; hasta ahora esta pendiente dicha llamada.

Sigo pensando que fue lo mejor que pudo pasar, no sé si se "chupó", no sé si fue calculada dicha maniobra, en fin; posteriormente hemos coincidido en algunas reuniones de amigos, evito hablar mucho con ella, no vaya a ser que me ganen las ganas; aún recuerdo a mi enano (al de la boca abierta), que instruído por sus hermanos y su madre aquel 29 de Julio dentro de TOTTUS me dijo : "Papi, di bolero", "bolero" le dije; jajajaja, se rió y antes de correr dijo : "¡PAPI CHIBOLERO!".