martes, 30 de diciembre de 2008

¿ CON UN POCO DE AMOR ?




Una estimada amiga Trujilana me dijo hace poco, que no había tenido un segundo hijo por que no se había vuelto a enamorar, ¡Caray!, si pues, los hijos son y deberían ser fruto del amor ¿no?; bueno, a veces no es asi. Les cuento.
Maroline (pronunciar con acento gringo, asi casi casi como la mamá de los Ingalls), asi se llamaba, allá a finales del 2002 debe ser; la conocía de vista por que trabajabamos en el mismo edificio, el Jefe de mi Area se apareció con ella una mañana en mi oficina, preguntó por el Jefe de Oficina y como no llegaba, me la encargó "Aqui la señorita Maroline viene a colaborar con nosotros, dígale cuál es el trabajo y cuando llegue el Jefe de Oficina lo pones al tanto". Le di la bienvenida, la interrogué sobre sus conocimientos, especialización y conversamos sobre el horario, el movimiento laboral y el trabajo en sí.


No me cayó muy bien esa primera charla, la noté desganada, fría, agarraba las cosas con las puntas de los dedos y casi se muere cuando se enteró quien era el Jefe de Oficina, "pero ¿ese señor ya no se había ido de aqui?" me preguntó bastante sorprendida, "entre hoy y mañana se va" le dije, se agarró la frente y tuvo que barajarla por que justo entró el susodicho, la vió con sorpresa y la saludó por su nombre, ingresó a su Despacho y me llamó, ¿qué novedades? - dijo -, Jefe, la señorita aqui presente se incorpora a nuestra oficina y la estoy poniéndo al día con la chamba, "bien, bueno, yo ya me voy, asi que la dejo en tus manos compadre"; minutos después cuando Maroline salió, el Jefe me llamó y me dijo "negro, te jodistes con esa loca ah, si no la conoces ahora vas a ver, especialmente a la hora de comer", no le tomé mucha importancia al comentario, sabía que el Jefe era "rabo verde" y a lo mejor en alguna oportunidad tuvo algún intento fallido con la chica y por ahi podía venir su animadversión, pese a que esta chica no era una "Miss Perú"; era delgada, muy blanca, blanquísima, de mediana estatura y con una expresión de compungimiento permanente. Un par de dias despues el Jefe se fué a trabajar al otro lado de la ciudad y llegó uno nuevo muy jocoso e igual de "picarón" que el anterior, yo estaba conforme con el nuevo por que mis horarios no debían cambiar ya que tenía que trabajar en otro lugar despues de las 2 pm, no hubo problema en ese sentido y me puse a instruir a Maroline en su nueva función.

"Negro" y "Maroline" se volvieron los nombres más mentados en esa oficina a la hora de trabajar; el nuevo tio no se hacía problemas con ambos, mientras cumplieramos con la documentación y siempre hubiera uno aunque sea, no pasaba nada. Un día coincidí con Maroline (pronunciar con acento gringo) en el comedor a la hora del almuerzo, nos dieron arroz con pollo, yo ya iba por la mitad del plato mientras ella le daba vuelta y vuelta al suyo buscando una posición inexistente, para luego quejarse con una voz lastimera y lánguida "ayyyy.... por qué me han dado una presa taaann graaannnde", se paró y fué a cambiar su plato, regresó y repitió la operación diciéndo "ayyyy.... por qué me han dado una presa taaann chiiiiica", aguanté la risa y me despedí por que me ganaba la hora para ir a la otra chamba. Los fechas siguientes en que me encontraba con ella en el almuerzo fueron similares, "ayyyy.... este arroz está fríiiiiiio", "ayyyy .... este arroz está muy calieeeenteee", "ayyyy.... esta sopa tiene puuuura verdura", "ayyyy... no me gustan las menestras", "ayyyy... a esta chicha le falta azúuuucar"; yo me vacilaba con sus comantarios, por que no demoraba más de diez minutos en comer y salir para la calle, pero los compañeros que se quedaban con ella, luego me comentaban algo alterados lo incómodo que había sido compartir la mesa con Maroline. Lo mismo pasaba con la puerta y la ventana de la oficina, permanentemente las cerraba haciendo ademanes de frío excesivo, se quejaba de lo aburrida que era la tarde (ella trabajaba un día de 8 am. a 8 pm.y al otro no) y tenía esa mala leche de nunca encontrar rápido las cosas, se demoraba mucho buscando archivos y se quejaba del desorden inexistente, para finalmente molesta pedir por favor que yo lo busque. Esos pequeños tips de mi compañera me comenzaron a irritar, no aportaba mucho a mi trabajo y los compañeros del otro turno me dejaban notitas sobre los baches en los avances; yo hacía comentarios suaves sobre el trabajo de Maroline al Jefe actual y este minimizaba el problema argumentando que "la tía es media depresiva"; es ahi que recordé al jefe anterior y sus comentarios, por lo que presaguié un mal final entre ella y yo laboralemente hablando.



Sucedió por aquel entonces que llegó a mi escritorio una PC PIII ¡con parlantes!, para esos tiempos en mi chamba lo máximo, es asi que pude llevar mis CDs y VCDs para cargar la PC, mi trabajo se hizo más entretenido al ritmo del "Buenavista Social Club", "Los Van Van", Silvio Rodriguez, Pablo Milanés y POLO MONTAÑEZ; este último causó una inesperada "buena leche" en Maroline (pronunciar con acento gringo); para mi fue una sorpresa agradable que ella comenzara a tararear las canciones y preguntar por el cantante y titulos de las canciones, comenzó a trabajar con más animo y diligencia, hasta el nuevo Jefe golpeaba con el lapicero el vidrio de su escritorio al ritmo de Polito; las quejas de Maroline fueron reemplazadas por cuestionamientos jocosos a las letras de las canciones ".... por que yo en el amor soy un idiota..." "... si se enamora de mí, ella, si se enamora..." "... y cuando me salga mal, qué le digo a mi señora ....", " ....rio manzanares déjame pasar, que mi novia linda me mandó a buscar....", "..... Por el brillo de sus ojos a travez de su mirada se le nota la necesidad de un beso ....", etc. y todo mejoró en aquel lugar.


Pasados unos meses fui convocado (manu militari) para hacer un Curso en documentación institucional y actualización de normas de tránsito, ocho sábados de 8 a 2 pm, por lo que a fin de salir airoso del mismo, pedí a Maroline que me apoyara con los papeles por la tarde ya que debía estudiar y no me alcanzaba el tiempo, cosa que ella de muy buen ánimo aceptó, por mi parte cada vez que me preguntaba por el desayuno o el almuerzo yo le decía ¡vamos! y comíamos juntos hablando sobre los trabajos que habían pendientes o en curso, ya ni me percataba de su quejidos por la comida "ayyyyy ... que esto, ayyyyy ... que lo otro", no me afectaba en nada lo que dijera, pero a los demás los volvía locos jajajaja. Y bueno, llegó la última semana de mi Curso, exposición y exámen final para el sábado que venía.

El lunes a Maroline no le tocó ir a la oficina, el martes no fue a trabajar, el miércoles no le tocó ir a la oficina y el jueves tampoco llegó, por lo que ya preocupado por el atrazo en los papeles le pregunté a mi Jefe por ella, respondiéndome "tú debes saber pues compadre, qué le has hecho a la mujer que hasta el hospital la has enviado, tiene problemas ginecológicos y tú debes ser el culpable", jajajaja, nos reímos los dos, "nada Jefe, toy correteando otra hembrita, pero ¿qué le pasa a Maroline?", "por lo que yo sé, creo que le falta novio"; dejé de preguntar sobre ella y pedí un plazo mayor para evacuar mis trabajos por cuestiones del Curso, hasta que llegó el sábado del exámen final.


De 8 a 10 de la mañana hubieron exposiciones de los compañeros, para luego darnos 20 minutos de "descanso" antes de seguir con el segundo grupo donde estaba yo, a las 10 salí corriendo al baño y a la cafetería, me pedí dos panes, (chorizo y hot dog) más un café cargado; cuando buscaba mesa para sentarme divisé a Maroline rezándole a una infusión, me acerqué y sentandome le dije "Maroline, qué es de tu vida, qué tienes, qué te pasa", ella sobándose los ojos dijo "ayyyy negro, estoy mal, mal, mal; no se que hacer", yo que me moría de hambre y me ganaba la hora, apuraba a la chica con el pedido y le decía para animarla que era una exagerada, ya que yo suponía una infección urinaria (que de eso sé mucho), "pero qué tienes pues mujer, de todo te haces problema", le dije mientras procedía a darle el primer mordisco al pan con chorizo; "me van a sacar el útero" dijo y se quedó en silencio. La verdad amigos es que yo seguí comiendo, (a ver, pongánse a contar o miren sus relojes y dejen pasar entre 10 a 15 segundos, ¿ya?, ok; bueno, ese es el tiempo que demoré en procesar la información, cuando dijo lo que me dijo), yo estaba full concentrado en el chorizo y en mi mente cual buscador del "Picassa" vinieron las imagenes del colegio sobre los organos sexuales femeninos (láminas), me topé con los las trompas de falopio, ovarios, vagina y el útero, pero no me cuadraba lo de "sacar el útero"; un escalofrió me invadió de golpe cuando hice la analogía con los organos sexuales masculinos, no me quize ni imaginar como sería "sacarme algo" de "mis partes"; dejé de masticar lentamente mientras miraba el chorizo mutilado dentro de lo que quedaba del pan, tomé un sorbo de café para pasar la comida y ya muy suave pregunté "¿pero estás segura, por qué tendrían que hacer eso?", ella algo abrumada me dijo algo sobre "miomas" o "fibromas" no recuerdo bien, pero que le estaban causando muchos problemas y debían actuar de una vez para evitar más complicaciones, (pucha, me puse peor, por que me imaginé a los fibromas como fideos pequeños, algo gruesos y los comparé con los hot dog que sobresalían del otro pan); yo insistí en el hecho de que a lo mejor podía haber algún tratamiento para que mejore su salud sin llegar a operarse, diciéndome "bueno, tendría que salir embarazada, para que cuando naciera mi hijo, de manera natural expulsaría el problema", "ya pues - le dije algo emocionado - embarázate y ya ta' ", "¿asi, y con quién?" me dijo melancólica, "además justamente el problema que tengo también impide que pueda salir embarazada", pucha que la verdad que ya estaba algo aturdido con la conversación, una palmada en la espalda fue la campana salvadora que me sacó de ahi "están cerrando la puerta de la clase"; yo salí corriendo mientras le decía a Maroline que a las 12 era el siguiente "recreo" y seguríamos hablando.



La exposición que di me hizo olvidar mis fantasías mutiladoras sobre lo conversado y llegadas las 12 corrí nuevamente al baño y al pasar por la cafetería metí la cabeza sin ver a Maroline, cuando fui a mi oficina para hacer unas llamadas, la encontré con la mirada perdida frente a su PC; "Maroline (pronunciar con acento gringo por favor), a ver, a ver. dime, ¿cómo es eso de que con quién te puedes embarazar?, no tienes un novio, enamorado, ex novio, amigo cariñoso, pretendiente, no sé, alguien en quien tú confies y puedas evitar la operación, ¿o a lo mejor no quieres tener hijos?", "no negro, sí quiero tener un hijo, ya tengo casi 40 y quisiera uno, pero no tengo novio pues, qué quieres que haga", quize sugerirle la inseminación artificial pero se estaba poniéndo con peor ánimo y nuevamente me ganaba la hora para el exámen final, por lo que me senté frente a ella, le tomé ambas manos y le dije "mira Maroline, si tuvieras un hijo, tú que esperarías del padre?", "¿yo?, no quiero nada - respondió - solo quiero tener mi hijo y no lo molestaría en nada por el bebe, yo tengo mi trabajo, mi casa y mi madre me apoyaría para cuidarlo"; bueno, lo que pasó luego no lo recuerdo bien, o no lo quiero recordar, pero al parecer, estoy casi convencido que me ofrecí para dicha misión, no se si explícitamente o con alguna metáfora, pero salí para mi exámen con la sensación de haberme ganado el cielo con dicho acto.



El exámen duró cerca de 30 minutos, luego hubo 30 minutos más para evaluar el puntaje y la suma de la exposición y del exámen daba un resultado con el detalle de los primeros puestos del Curso, y jejeje, adivinen quien se ubicó en el 1er Puesto, si señores, luché durante y después de la ceremonia para que en mi Certificado o Diploma figure que yo era el primer puesto y nada, argumentaron que en ese tipo de situaciones no se estilaba ese detalle, pero que podía pedir una constancia de ello para uso institucional; la última hora la dedicamos a premiarnos, felicitarnos, tomarnos fotos, hacer brindis y darle curso al buffet de bocaditos, gaseosas y vinos, para luego fugar en mi carro hacia el norte con los que pudieran entrar a seguir celebrando; decidí aprovechar el viaje y pasar por mi otra chamba para cobrar mi semana y cuando me retiraba con mi sobre, me pasaron la voz de la sucursal que estaba a unos 20 metros. STOP.

Para aquel momento que he narrado, yo salía de mi tumultuosa ruptura con María (ver en este Blog PAPI Q.E.PD.) y de otra relación fallida con "una chica de su casa" que ya les contaré; entonces libre de "compromiso", me había tomado la libertad de "abrirme" a las féminas que de una u otra forma compartían labores conmigo, y de esa "apertura" tuve una inclinación especial por una chica ya madurita (35 años), guapa, elegante, muy trabajadora y de un carisma para la atención al público, que hizo lamentarme no haberla conocido mucho antes, puesto que la compañera estaba casada y tenía una niña de 10 años; en fin asi es el destino. Como decía, con la libertad de no estar relacionado con nadie, pude abiertamente con bastante mesura estar atento a cualquier "acercamiento" femenino, siempre y cuando no me generara compromiso alguno; es asi que durante un par de meses me dediqué entre trabajo y trabajo a firtear con la compañera casada y ella a hacerlo conmigo, bromeando mucho sobre nuestro "futuro romance"; una de las tantas noches que con mi auto le daba un "aventón" a los compañeros del trabajo a parte de la ruta hacia sus casa, mi amiga "la señora" algo melancólica me comentó que hace mucho tiempo se había separado de su esposo por una y mil tropelias del satanás y maltratos físicos; yo por obvias razones me alegré con la noticia, pero por mesura callaba mis anhelos, y es que hay un detalle que no les he dicho, la compañera en mención aparte de las cualidades que he descrito lineas arriba, tenía esteee, uhhmmm, un par ... uhhmmm, esteeee ... de .... esteeee ..... senos ... grandes .... etee .... y redonditos ¿ya?; es que amigos, yo nunca tuve una novia o pareja "teutona" pues, no se si es una maldición o la suerte mía que todas las mujeres que han pasado sentimentalmente por mi vida, no han sido de senos grandes, una incluso era plana, yo tenía más "teteras" que ella, asi que la "compañera señora" que tenía sus blusas que se rebalsaban con esos dos "cocos" (por lo bronceados y no por peludos como dijo mi pata Juancho) me había movido las hormonas además del corazón. NEXT.


Ahora volvamos a donde nos quedamos, la "compañera señora" ese sábado por la tardecita, al ver que salía de la oficina principal y me iba sin decir nada, me hizo llamar, al acercarme a su cubículo me preguntó ¿y tu exámen, que tal?, yo muy serio sin mirarla le dije ¿adivina?, ¡negro, te jalaron!; jajaja, ¡no mujer!, me reí mucho y le conté lo del primer puesto y las fotos y la celebración y no pude contar más por que mientras nos abrazabamos me dio un besote en la boca con tirabuzón incluído, ¡que rico!, para luego parapetarse tras su pupitre y hacerme señas con las manos como que alguien venía; pucha, medio aturdido salí hacia mi carro por que los patas me rompían el claxon y me quedé con ese beso que me duró hasta el lunes. Lo que quedó del día y el domingo entero, intenté un par de veces llamarla a su celular o a su casa, pero no tuve el valor y finalmente decidí esperar verla en el trabajo al empezar la semana y hablar sobre nosotros; yo estaba más feliz que perro con dos colas, era demasiado bello lo que me pasaba para ser verdad, lo diferente a los anteriores casos es que esta mujer no era una "jovencita" y por lo tanto podía llevar con más prudencia y sensatez una nueva relación sentimental o sexual no sé.



El lunes muy temprano llegué a mi chamba principal, me puse mi uniforme e ingresé a la formación en primera fila por ser uno de los más altos, hacia algunos comentarios de la celebración pasada con los compañeros del costado cuando un hincón suave a la altura de la cintura me hizo girar inmediatamente; era Maroline (pronuncienlo como ya saben), les aseguro que no me había acordado pero ni un segundo de mi amiguita desde que entré a mi exámen el fin de semana pasado, solo me quedó saludarla amicalmente, darle un beso en la mejilla y hacerle una seña que luego hablabamos por que ya sonaba el Himno Nacional, no recuerdo si canté las sagradas notas, no recuerdo haber saludado a la bandera, no me acuerdo si giré a la derecha a la izquierda o di media vuelta, lo que si recuerdo es habermela pasado lamentándome haberme ofrecido como "padrillo", estaba en plena lamentación interna cuando escuché ¡rompan filas!, grité muy fuerte ¡Viva el Perú! y salí disparado hacia cualquier lugar, tomé desayuno lo más lejos posible del trabajo y buscaba como hacer para explicarle a Maroline que no quize decir lo que dije, o que no quiero hacer lo que ella cree que iba a hacer; pucha, lo único que me quedó fue ignorar el tema y distanciarme lentamente de ella; caricho, fue muy penoso para mi ver su carita de Maroline hablandome muy atenta, recuperada a como había estado dos dias antes.

Llegada la 1 pm me fui al otro trabajo y me cambió el ánimo al llegar y encontrarme con aquella sonrisa de esa boca morena que me había estrujado los labios y aquellos "cocos" henchidos o hinchados que me daban las "buenas tardes mi negro, como te fué el fin de semana, seguro que te emborrachastes", "si mi amor, me emborraché pero de amor por ti"; lo que sucedió luego no me lo esperaba, ella me llevó a su espacio y me explicó que lo del sábado fue solo un impulso y que no iba a volver a pasar, ¿ya mi negrito? mientras me sobaba las dos manos, casi me da "la garrotera", nunca me habían dado una patada en el poto tan cariñosamente, solo me quedó decirle que asi iba a ser y me puse a realizar mi labor diaria en dicho lugar; los acontecimientos venían tan rápido que pasaba de frío a caliente en un instante conforme me acordaba de una y de la otra situación.



Esa semana fue terrible para mi, al tercer servicio (cinco dias), ya Maroline empezó a caer en la cuenta que yo no pensaba acceder a lo propuesto, asi que su semblante y su actitud hacia mi y hacia todos empezó a cambiar, como contraparte la "compañera señora", se desacía en mimos conmigo para quitarme lo "jetón"; es que me habia hecho ilusiones muy rápido por culpa de aquel besote, y aunque si bien es cierto, en cuestión de mujeres, las piernas son mi punto de fetiche por defecto, aquel deseo o curiosidad de tener sobre, bajo, entre, dentro, o en un "ruso" esos "cocos", me quemaba muy despacio.



Por ratos me sentía como Maroline, ya no quería estar en ninguno de los dos lados, solo la música y mis videos cubanos me sacaban de lo abstraído en que a veces me ponía y encima mi Jefe me llamó la atención por que ya había pasado una semana del fin del Curso y la documentación seguía atrazada; a la semana siguiente durante cuatro dias seguidos procuré avanzar como pude la chamba en la PC y le pedí a Maroline que imprimiera, compaginara y pusiera grapas al trabajo para presentarlos al man, lo que hizo la señorita fue mandarme a la mela literalmente, me recordó que ella no era mi empleada y que yo no tenía por que darmela de "mandoncito", "si quieres tu trabajo hazlo tú mismo"; yo que sabía el motivo de aquella reacción, solo callé y dejé una nota para que mis compañeros de la tarde lo hicieran. Nunca más se pudo recomponer la armonía con Maroline, un par de meses despues se fue a otra oficina, más creo que por que yo andaba insoportable cantando y bailando por todo el edificio, desde que la "compañera señora" semanas atrás me secuestrara en mi auto, reafirmara su separación, me llenara de besos, confesara que queria estar conmigo y empezaramos a hacer el amor dejando un día en mi casa.

Hasta ahi no más les cuento, los detalles de este último episodio para la próxima. Siempre que me acuerdo de lo sucedido con Maroline (no se olviden del acento), me pregunto ¿y si hubiera pasado lo que dije que iba a pasar?, la criatura tendría como seis añitos, pucha, imposible no conocerla, verla o compartir momentos con él o ella ¿no?, eso creo, en fin; espero que ambas les vaya bien solas o acompañadas. ¡Ah! y les adelanto pues que los "coquitos" no eran de verdad, se convirtieron en toffes a la hora de la hora, ¡esos sotenes con pizarra! mira lo que hacen pues.